- Un sistema monetario global fracturado podría elevar la escasez y la descentralización de Bitcoin como alternativas a los inestables regímenes fiduciarios.
- La previsión de Bitwise de un Bitcoin de 200.000 dólares depende de los cambios macroeconómicos, con tarifas que aceleran la demanda de activos digitales descentralizados y finitos.
La incertidumbre del mercado domina mientras los inversores analizan las implicaciones de los aranceles estadounidenses propuestos bajo la administración Trump. Los analistas de ETHNews debaten si estas medidas son negociaciones tácticas o cambios políticos a largo plazo.
En medio del ruido, surge una conclusión clara: la administración busca un dólar estadounidense más débil, incluso si se arriesga a disminuir su estatus de moneda de reserva mundial.
Steve Miran, presidente del Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca, esbozó esta postura en un reciente discurso. Argumentó que el papel de reserva del dólar ha distorsionado los mercados de divisas, ampliado los déficits comerciales y perjudicado a la industria manufacturera estadounidense. «La demanda de dólares ha mantenido distorsionados los mercados de divisas«, afirmó Miran, subrayando que un dólar más blando podría reactivar la competitividad.
Un dólar más débil abarata las exportaciones estadounidenses en el extranjero, pero entraña el riesgo de inflación y reducción del poder adquisitivo en el interior. También pone en entredicho el dominio del dólar en el comercio mundial, un sistema vigente desde la Segunda Guerra Mundial.
A corto plazo, la caída del dólar podría impulsar el Bitcoin
En los últimos cinco años, Bitcoin ha mostrado una correlación negativa (-0,4 a -0,8) con el índice del dólar estadounidense (DXY). Cuando el dólar se debilita, el Bitcoin suele subir. Este patrón podría mantenerse si persiste la debilidad del dólar impulsada por los aranceles.
A largo plazo, un sistema monetario global fracturado podría elevar el papel de Bitcoin. Históricamente, la estabilidad del dólar lo ha convertido en la moneda por defecto para el comercio internacional.
Si la confianza se erosiona, las entidades podrían buscar alternativas como el oro o Bitcoin. La oferta fija de este último y su naturaleza descentralizada lo sitúan como una cobertura potencial frente a la volatilidad de las divisas.
La propuesta de valor única de Bitcoin
A diferencia del oro, Bitcoin es portátil, divisible y digitalmente nativo, características adecuadas para una economía globalizada. Su escasez (21 millones de monedas) contrasta con las monedas fiduciarias, que los gobiernos pueden imprimir indefinidamente. A medida que el discurso de Miran apunta a una recalibración sistémica, crece el atractivo de Bitcoin como activo no soberano.
Bitwise prevé que Bitcoin alcance los 200.000 dólares a finales de año. Aunque especulativo, esto se ajusta a los escenarios en los que los cambios macroeconómicos impulsan la demanda de activos duros.
En tiempos de cambio, los activos ajenos a las agendas políticas ganan relevancia. Bitcoin, creado para una era de interdependencia digital, puede demostrar su resistencia a medida que los viejos sistemas se adaptan o se tambalean.

A partir de la actualización más reciente, Bitcoin (BTC) se cotiza a aproximadamente 82.971 dólares, mostrando una fuerte subida diaria de más del 8,8%. Este movimiento de precios significativo sigue a un rebote de una caída anterior por debajo del nivel de $75,000, lo que demuestra un impulso alcista renovado.
A pesar de las recientes correcciones a corto plazo, la tendencia más amplia sigue siendo resistente, con un aumento del 37,52% en los últimos seis meses, aunque sigue bajando un 11,2% en lo que va de año.
Los niveles de resistencia clave se han desplazado, y BTC ha superado techos anteriores, lo que indica un potencial de movimiento alcista continuado si se mantiene el impulso.
Los indicadores técnicos muestran una postura general neutral, con osciladores y medias móviles mixtos, algunos apuntando a señales de compra y otros reflejando una consolidación cautelosa.
Los analistas de ETHNews han señalado el potencial de nuevas ganancias, especialmente teniendo en cuenta la acumulación institucional, la actividad de las ballenas y la confianza de los titulares a largo plazo.
Con una capitalización realizada que pasará de 20.000 millones de dólares en 2023 a 160.000 millones en 2025, Bitcoin parece fundamentalmente fuerte. Sin embargo, algunas voces en el mercado advierten de un posible retroceso a la zona de 70.000-75.000 dólares, o incluso más abajo a 60.000 dólares, antes de que se materialice un rally más fuerte a largo plazo.